
Esta semana la hemos pasado en las comunidades campesinas del norte de Nicaragua, hemos convivido con las personas que allí viven, hemos vivido como ellos viven, con escasa agua, cortes de electricidad, viejas casitas y alojamientos donde pasamos las noches. Esta semana he vivido una de las experiencias más bonitas de mi vida, llena de emociones y sentiminetos encontrados. He podido comprobar la realidad de esta parte del mundo, una realidad impactante donde lo esencial es invisible a los ojos. He podido compartir momentos con las mujeres nicaragüenses, escuchar sus deseos y necesidades, me impresiona la fortaleza de estas mujeres, su lucha, sus sonrisas...